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La impunidad en Morelos es cada vez más aterradora.

Es sabido —y vivido—por todos los morelenses que los delitos, históricamente, van a la alza año con año y que los secuestros están a la orden del día.

Casi con certeza podemos afirmar que no hay morelense que haya pasado por el tramo Tres Marías – Cuernavaca y que no haya sido víctima de algún “susto”, en el mejor de los casos.

Los carteles cada vez ganan más terreno y gobiernan el estado.. y al Estado. Anteriormente, el Cartel de los Beltrán Leyva era quien tenía controlada la plaza en Morelos y las operaciones iban del tráfico de droga a ajustes de cuentas. Con los años, más células delictivas se han asentado en Morelos como los Rojos, los Guerreros Unidos, el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación y los temidos Tlahuica.

Estos grupos del crimen organizado no “limitan” su operación al tráfico de droga, sino que son grupos sanguinarios que secuestran, matan, descuartizan.

Pero ¿cómo operan con tanta permisividad? No hace mucho medios de comunicación destaparon una foto en la que aparecen el gobernador Cuauhtémoc Blanco y líderes de estos grupos criminales.

A pesar de la insistencia de la prensa, hasta la fecha no se ha esclarecido cuál es el vínculo, pues por su parte Blanco lo niega y por otro ‘el narco’ le colgó una narcomanta para advertir que no debe negar sus vínculos y tratos con los distintos cárteles asentados.

Tanto criticó y juzgó Cuauhtémoc Blanco a su antecesor Graco Ramírez y hasta le sacó trapitos al sol de nexos de él y su gabinete con Los Rojos, y ahora a él le ventanearon que la mitad de los alcaldes de Morelos están inmiscuidos con el narcotráfico.

Morelos vive la peor pesadilla de su vida y la peor etapa de inseguridad nunca antes vista. Y eso que los morelenses ya se creían curados de espanto…